“En sentido biológico, nuestros órganos colaboran, son autónomos e interdependientes. La autorregulación es una función propia del ser vital, con mecanismos automatizados. Que todo se entrelace para conseguir algo es connatural en la naturaleza, con ejemplos que van desde los girasoles buscando el sol hasta el trabajo de nuestro páncreas como fábrica de insulina”.”.